Coordinador.

Coordinador.
"Acomodaba mi horario al de ella, un universo de mi proceder, un nuevo día a la espera de ella, a veces me detenía otra ella, en el pasillo me deslumbraba, su risa me hipnotizaba",

jueves, 14 de marzo de 2013




4 de marzo de 2013

Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
Exitoso taller de literatura
Rolando Ernesto Téllez | Opinión

Recientemente concluyó exitosamente el seminario-taller de literatura denominado ¨El Cuento Norteamericano¨. Dicho seminario que inició en enero fue organizado por la Embajada de los Estados Unidos, el Centro Cultural Nicaragüense-Norteamericano (CCNN) y Lupa Collage. Este taller, impartido por la escritora Eunice Shade, sirvió de mucho a escritores y potenciales escritores, en aras de promover la literatura en nuestro país.

El taller permitió a los participantes conocer, analizar, interpretar y discutir las distintas técnicas de grandes escritores de la cuentística estadounidense, considerada la más seria en el mundo. Entre los principales escritores estudiados se pueden mencionar a Edgar Allan Poe, William Faulkner, Ernest Hemingway, John Cheever, Ray Bradbury, Djuna Barnes, etc.

El CCNN es el principal centro bicultural en Managua, donde se promueve tanto la cultura estadounidense como la cultura nicaragüense. Algunos de los participantes en el taller aprovecharán estos conocimientos compartidos para mejorar sus producciones y proyectos literarios. Por otro lado, su servidor, escritor de libros de Nicaragua en inglés y bilingües también ha hecho presentaciones en dicho centro, el cual siempre abre las puertas para compartir la cultura de ambos países.

Cabe mencionar la participación activa de muchos jóvenes que aprecian la literatura y mostraron gran interés con la continuación de este tipo de actividades que promueven el talento artístico nacional a fin de lograr una mejor calidad. En el proceso de formación de todo escritor, primero es la lectura que le dará la autoridad para que posteriormente pase a la redacción o producción de obras de ficción o no ficción, inclusive poesía.

Tanto en la apertura como en la clausura del seminario estuvieron presentes funcionarios de la embajada de Estados Unidos, entre ellos, el agregado cultural, John Fer, el director académico del CCNN, Franklin Téllez y la joven escritora Eunice Shade, quién facilitó el seminario-taller acertadamente. La última por su destacada labor y potencial marchó a realizar estudios avanzados a dicho país.

Finalmente, los talleristas agradecieron por esta iniciativa y esperan que se promuevan otros espacios similares con el fin de dar continuidad y calidad a los futuros escritores y artistas nicaragüenses. Como dijera el poeta Julio Valle, Nicaragua tiene que explorar y desarrollar su gran potencial literario y proyectarlo al mundo.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Terremoto de 1972-Managua, Nicaragua.




La embotelladora San José, ubicada en Carretera Norte, no sobrevivió al terremoto de 1972. Cortesía del National Information Service for Earthquake Engineering, EERC, University of California, Berkeley / END/END



23 de diciembre de 2012


PRODUCÍA Y DISTRIBUÍA BEBIDAS POPULARES COMO NARANJA Y TROPI-COLA

Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
Terremoto sepultó a embotelladora San José

La embotelladora San José, de capital nacional, produjo y distribuyó por casi 30 años las bebidas Naranja, Uva, Champán, Banana y Tropi-Cola. Sus bebidas llegaban a todo el país, incluida la Costa Caribe, a donde el producto era enviado cada 20 o 25 días
Por Leyla Jarquín | Terremoto

Heriberto Guevara Espinales fue una de las 61,200 personas que quedaron en el desempleo, luego que el terremoto de la madrugada del 23 de diciembre de 1972 arrasara con Managua. Él trabajaba en la embotelladora San José, cuyas bebidas en ese entonces competían fuertemente con la Pepsi-Cola y la Coca-Cola.

El edificio de dos plantas, ubicado frente a la entonces cárcel “La Aviación”, hoy Complejo Policial “Ajax Delgado”, sobre la Carretera Norte, quedó reducido a escombros, y Guevara Espinales tuvo que migrar con su familia a su natal Chinandega, a una finca en las faldas del volcán Cosigüina.

La embotelladora San José, de capital nacional, produjo y distribuyó por casi 30 años las bebidas Naranja, Uva, Champán, Banana y Tropi-Cola. Sus bebidas llegaban a todo el país, incluida la Costa Caribe, a donde el producto era enviado cada 20 o 25 días.

Según Guevara Espinales, la fórmula de la Tropi-Cola era mexicana, mientras que las del resto eran compradas en California, y el encargado de realizar las combinaciones era el químico Hernaldo Pavón.

Guevara Espinales empezó a trabajar en la embotelladora San José cuando tenía 16 años, casi siguiendo una tradición familiar, pues su padre, Francisco Guevara Fletes y sus cinco tíos laboraban en dicha empresa y eran muy allegados a su dueño, Camilo Barberena, quien la fundó a mediados de los años 40.

Recuerda que en sus inicios la empresa estaba ubicada frente al antiguo Palacio de Comunicaciones, pero en los años 50 se trasladó a Carretera Norte. El primer trabajo que desempeñó Guevara Espinales, hoy de 72 años, consistía en supervisar la planta embotelladora. “Esa máquina embotellaba despacito, despacito”, dice sentado en un sillón de su casa en la colonia Unidad de Propósitos.

Sin embargo, señala que pocos años antes del terremoto habían adquirido una máquina que procesaba 300 botellas por minuto. El último cargo que desempeñó fue el de “vendedor foráneo”, es decir, era uno de los que viajaban a los departamentos a distribuir el producto.

A él le tocaba visitar cada ocho días el departamento de Nueva Segovia y de cada viaje regresaba con 3,500 córdobas en ventas. “Había bastante demanda, pero la que más le gustaba a la gente era la Naranja”, indica.

Guevara Espinales recuerda con simpatía que todos los 19 de marzo, día de San José, se celebraba una misa en la planta, compartían un desayuno y todos los trabajadores --que eran entre 70 y 80-- se trasladaban al balneario de Pochomil.

El 22 de diciembre fue un día normal en el trabajo. Guevara Espinales, como de costumbre, salió en su carro de dos puertas a dejar a una de las cajeras a su casa, ubicada en la calle El Triunfo, y al regreso aprovechó para visitar a su papá que vivía en la colonia Maestro Gabriel. Llegó a su casa a las 11:30 pm.

A las 0:30 del 23 de diciembre cayó de su cama por un fuerte movimiento. Escuchó que alguien en la calle dijo que había sido un fuerte terremoto, y salió a buscar a sus familiares.

“Para serte sincero, yo no pensé en la empresa, salí a buscar a mi familia… hasta en la tarde que fui a ver el desastre”, dice, refiriéndose a la embotelladora San José. Guevara Espinales se quedó junto a Camilo Barberena, recuperando las cosas de valor entre los escombros.

No obstante, luego tuvo que irse con su familia y sus hijos a una finca de Barberena en Chinandega, donde le dieron la oportunidad de sacar y vender madera. Volvió a Managua hasta en 1982 para asistir al entierro de Barberena, quien fue asesinado por hombres que entraron a robar a su casa.

Guevara Espinales cuenta que la embotelladora San José no pudo volver a operar después de diciembre de 1972, porque tenía deudas con el banco.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Integridad y genio de la crónica deportiva.


Buscando mantener su integridad en lo personal y en el deporte.

Edgard Tijerino Mantilla, luz que brilla, desde su talento, desde su pluma; a través de su voz, innovador de la prosa periodística a la altura literaria,  para el más exigente lector, ha coincidido con los aislados, pero emocionantes triunfos del deporte Nicaragüense, vio nacer al joven Alexis Argüello, y  su crónica marchó al triunfo de éste un 23 de Noviembre de  1974, noche sagrada, del primer campeón mundial de boxeo de Nicaragua, tal fue Alexis Argüello "El Caballero del Ring", y del béisbol simetría con Dennis Martinez el primer lanzador y jugador en las grandes ligas del béisbol  por Nicaragua.

Es un privilegio, contar entre nosotros, con el mejor cronista deportivo, que ha parido Nicaragua en toda su historia, EDGAR TIJERINO MANTILLA un conductor, que busca siempre la vía, donde se cultive permanentemente la honestidad, es un asombro verle en sus disertaciones, en sus argumentos como un experto de una amalgama de deportes, caseros e internacionales.

Hoy nos presenta un Libro, uno que recoge la historia de nuestro béisbol, DE CAYASSO A NEMESIO, un crónica literaria deportiva, para conocer la historia de un deporte que ha hecho vibrar a los Nicaragüenses y con el gran gusto de deleitarse de una obra literaria con la prosa del Pindaro Nica, a como lo describiera el escritor afamado Sergio Ramirez Mercado.


Abraham Guevara.

A

jueves, 13 de diciembre de 2012

De las Subestimaciones. (Espesura del Deseo)

De las Subestimaciones.

"en las presentes letras, rigen su vida, parten siempre de lo que la narradora llama "principio de subestimación", el cual los hace desviar, perder la perspectiva, perder la oportunidad de comunicarse verdaderamente con alguien, perder la maravillosa oportunidad de aprender de alguien, porque subestiman a los otros y a la naturaleza misma.

Todos los anteriormente aludidos lo único que están haciendo es tratando de demostrar (o imponer a la fuerza) que son mejores que el resto por X o Y motivo, por vilezas e incluso nimiedades. Todos ellos funcionan con la ideología, son seres esencialmente ideológicos en el entero sentido de la palabra. Son seres occidentales, históricos y al mismo tiempo se sienten o aspiran a ser eternos, continuos (he ahí la contradicción que sostiene su existencia); son racionalistas a medias(ni siquiera al cien, como decimos aquí)." Fragmento "Espesura del Deseo" Pag. 112.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Migrando


Migrando

No trato de entablar un dialogo,
más no quiero estar,
pongo afuera de mis pies los zapatos,
y desde ese aire que viene
parqueo las palabras,

Palabras muchas regadas
olímpicamente desordenadas,
un tugurio donde se disgregan,
saltos por encontrados caucecitos,

bromea el gris hilo que a donde va
no sabe, y nos llama con su olor,
un aroma y sus bamboleos donde
los rayos hieren las conchas,

no debo quedarme más
hoy la estación no me es favorable,
incomodo me siento en está comodidad,
flácido sedentario veo sin vergüenza
caerme a pedazos, sino huyo pronto,

hoy he errado una vez más, no ha un segundo
y he vuelto sobre otro error, desnudo, la
ropa lavando, cuando quede en silencio,
cuando el abismos esté en su punto, cuando
nada haga falta y, no necesite a nadie,
otra vez volveré a otro error, ensayaré y
otra vez resbalaré, pero migrare.

Abraham Guevara.



sábado, 1 de diciembre de 2012

Por Alejandro Serrano Caldera “Espesura del deseo” de Eunice Shade


Eunice Shade y Alejandro Serrano Caldera, escritores nicaragüenses. ARCHIVO/END


“Espesura del deseo” de Eunice Shade

Por Alejandro Serrano Caldera

El libro de Eunice Shade, Espesura del Deseo, es un desafío a la imaginación y a la razón, pues en virtud de una dialéctica implícita, la una afirma a la otra mientras la 

niega.

La imaginación con la que trata algunos temas, más allá de las reglas de la racionalidad, pareciera ser, no obstante, una forma de expresión de la razón que deliberadamente se impone salir de los cánones habituales del razonamiento, para presentarnos un mosaico aparentemente arbitrario de diferentes temas, pero que reafirman su racionalidad en la acción, deliberada o espontánea, de ser presentados así, pero que además revelan la forma en que los sentimientos sobre diferentes puntos, filosóficos, literarios o existenciales, están presentes en la autora como sensibilidad racional o racionalidad sensible (¿Tendrá esto algo que ver con la inteligencia sentiente de Zubiri?).

Por otra parte, la racionalidad que pudiera haber en los temas tratados, puede encontrarse con dificultades, por supuesto, al final de la lectura y a partir de una idea global que el lector se forma del conjunto de los escritos presentados, de manera tal, que en este caso, las partes se explican en el todo.

¿Es esto así? O es más bien consecuencia del empeño del lector, en el caso presente del lector que esto escribe, quien al buscar el hilo conductor de los textos, la lógica subyacente, está ya interviniendo en la construcción de la obra. ¿Será la intención que los lectores participen como coautores, no sólo aportando las respuestas personales, sino también proponiendo las preguntas? Pareciera un desafío mediante el cual se le dice al lector que ya tiene las respuestas de antemano y que sólo le falta elaborar las preguntas.

Pero podría pensarse también, que cada escrito o cada capítulo es ya un todo en su individualidad y que el libro no tiene otra intención que recoger diversos textos en uno de carácter general, sin que necesariamente haya que buscar ningún tipo de correlación o complementación. Son ellos, en todo caso, desafíos a la imaginación, la razón y la sensibilidad que Eunice nos propone en su libro en el que ella ve a la filosofía en el laberinto, como era el título original de estos escritos.

A parfum by Eunice Shade: La escritora rebelde

A parfum by Eunice Shade: La escritora rebelde

Por Edwin Yllescas Salinas

«Sos linda y todo, pero tu forma de ser es lo que te pierde». Lo que te mata. Lo tenías todo y aún lo tenés, pero cuídate ese carácter, la boquita premiada. En mayo

 del 62, Julio Cortázar (el polifémico) introdujo en la literatura de habla castellana unos divertidos, maltrechos y perversos personajes. Se llamaban Cronopios y Fama. Sin embargo, el Pibe de Banfield ignoraba que sus Cronopios o sus Famas, renacerían en Mesoamérica. Faltaban entonces 18 años para llegar a Guadalajara, 1980; y otros 18 años para que Eunice Alejandra López Sánchez, la gemela, la otra, la misma Eunice Shade, [Lewiscarrolingia, Lawrensterniana, Jeanduchesa y Willcupyana] se transformara en una escritora tenazmente aferrada a un alto nivel de exigencia, vocación literaria y baldes de sudor. ¡Claro, nació invocada por la Estrella del Sur, en la Casa de Virgo con ascendente de Libra! Ni dudas, la muchacha traía su propia interpretación de los colores, los sueños e incluso su personal grafología.

No se debe pasar inadvertido que entre su nacimiento y su advenimiento escritural corren dos períodos de 18 años, otra forma de los cuatro rostros de 3,14159265358979323846... El colmo, la gnómica está en la base de los números irracionales. Pero esta muchacha también fue presentida por Umberto Eco y la Opera perta, (¡valga la madre!) publicada en 1962 y uno de los mejores y desastrosos laboratorios juveniles para cruzar estética con física cuántica, y termodinámica con estructuralismo...

Si se sigue indagando el asunto, Eunice también es hija de Roland Barthes y La muerte del autor. Esos podrían ser los faros galáxicos para una inmersión en la Espesura del deseo (2012) y El texto perdido (2007). No es mi estilo, no lo haré. Esas cosas serias y hasta tremebundas y oliscas queden para doctores, expertos y similares. Tampoco me meteré con su clasificación de las categorías o razones.

No sé cómo manejarlas. Ni siquiera sabría qué hacer con la “razón intuitiva” que parece la más chiche. Apenas recuerdo, pescado en Michel Tournier: “Aristóteles distinguía diez. Leibniz contaba seis. Kant admitía doce”. De allí en adelante sólo Serrano Caldera y Freddy Quesada saben la verdad.

Sin embargo se abre una reflexión: qué le interesa al joven escritor: el vino viejo, o el odre nuevo. No tengo respuesta, no la genera la pregunta, pero ésta no radica en ninguno de los términos de la ecuación ni siquiera en ambos. El verdadero escritor inventa (por la lectura) su propia ecuación, su forma de plantearla y despejarla, cuando, naturalmente, no se trata de catatónicos, ni de chicos y chicas impresionables por las marquesinas editoriales, o eso que el gordo Bloom llama: la escuela del resentimiento.

En los últimos años de muchos dedicados a la lectura, no había gozado, no me había gozado tanto en la lectura de un libro como me sucedió con Espesura del deseo. Tuve, es normal, algún temor al comenzarla. La portada, Labios azules (de Patricia Belli) me llevaban vía subconsciente al mar de vaginetas del ya difunto Henry Miller y otros/otras que todavía andan por ahí. ¡Nada que ver!!! El libro me cautivó, se convirtió en mi predilecto número uno por muchas razones muy propias de la demencia. Su lenguaje desenfadado, suelto, hirsuto, despeinado, sin boina azul París, su enemistad mortal con el rinse, el pleito de perro con las tenazas y planchetas del alisado, su entera falta de maquillaje y tintes Clairol; sus zapatos bajos y sin lustre; ese libro que hace lo contrario de las academias de la lengua, comenzó a saltar en mis ojos y mis neuronas.

Su desenvoltura está llena de referencias multiculturalitas endemoniadamente cruzadas, de citas inexactas a propósito; se teje con la cita apócrifa y la verdadera. El librito hasta podría ser inocente, pero de ingenuo nada tiene. No le falta nada, ni siquiera la mala leche, a borbollones. Ni ellas ni ellos están a salvo. Este libro con nombre lezámico, o buñuélico, no es lo que se llama bala sólida, más bien corresponde a la categoría de munición expansiva. Su target favorito es la razón, los racionalistas y todo sistema que pretenda hacerse con la verdad racional. Frente a una filosofía Occidental hecha por hombres, para hombres, aunque enseñada por mujeres, la pregunta del gnomo sentado en la piedra de Lorelei es básica, lo resuelve todo de un solo tajo: «qué tiene Kant que no tenga yo». Me imagino que muchos filósofos preferirán no haber leído este libro. Su disputa, sus mores filosóficos sólo tienen dos salidas: el manicomio o el manicomio, no por la verdad, sino por la poesía. Tampoco ella pretende otra puerta. Su oficio es la escritura.

Antes que se acaben las líneas de esta nota debo decir que toda la supuesta rebeldía, estridencia y escándalo de la Vanguardia 1930 (todos iban a misa y al Santísimo) y la Generación de los 60 (no salían de las tabernas y serrallos) es puro mito, creencias alentadas. La vitriólica rebeldía distintiva del joven escritor sólo la he visto, durante los últimos setenta años, en muchachas como Eunice Shade. Eunice ha evolucionado hasta convertirse en el ícono de su tiempo; su prosa y su poesía son la intención aviesa de dinamitar todo lo que hoy se conoce en Occidente como prosa y verso.

Rebelde por excelencia, hasta conversar con ella puede resultar imprudente, pero estimulante. Sólo Zoroastro, Buda y el bocatero Cicerón hablan “Urbi et Orbi” con su autoridad papal, sino no fuera más. Por eso me llama la atención su pipeo con Cayo Julio César, genocida de la Galia y todo el Imperio. Afortunadamente, Espesura del deseo no será leído en Francia, ni los parientes de Vercingétorix (humillado, torturado y decapitado en las calles de la Suburra) sabrán de la autora. Pero entre tantos camafeos bordados por sus perlitas tronantes y expresivas (me gustaría presentar un tapiz), esta mirada distorsionada de César es mi favorita. Quizás por su final: «una vez cruzado El Rubicón, “¡Che, esto no es para leerlo, sino para verlo!” César me dijo: ¿Cómo se llama eso azulado azabache que te cubre? Y ella le dijo: hilo dental, querido.»