Coordinador.

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"Acomodaba mi horario al de ella, un universo de mi proceder, un nuevo día a la espera de ella, a veces me detenía otra ella, en el pasillo me deslumbraba, su risa me hipnotizaba",

sábado, 1 de diciembre de 2012

Por Alejandro Serrano Caldera “Espesura del deseo” de Eunice Shade


Eunice Shade y Alejandro Serrano Caldera, escritores nicaragüenses. ARCHIVO/END


“Espesura del deseo” de Eunice Shade

Por Alejandro Serrano Caldera

El libro de Eunice Shade, Espesura del Deseo, es un desafío a la imaginación y a la razón, pues en virtud de una dialéctica implícita, la una afirma a la otra mientras la 

niega.

La imaginación con la que trata algunos temas, más allá de las reglas de la racionalidad, pareciera ser, no obstante, una forma de expresión de la razón que deliberadamente se impone salir de los cánones habituales del razonamiento, para presentarnos un mosaico aparentemente arbitrario de diferentes temas, pero que reafirman su racionalidad en la acción, deliberada o espontánea, de ser presentados así, pero que además revelan la forma en que los sentimientos sobre diferentes puntos, filosóficos, literarios o existenciales, están presentes en la autora como sensibilidad racional o racionalidad sensible (¿Tendrá esto algo que ver con la inteligencia sentiente de Zubiri?).

Por otra parte, la racionalidad que pudiera haber en los temas tratados, puede encontrarse con dificultades, por supuesto, al final de la lectura y a partir de una idea global que el lector se forma del conjunto de los escritos presentados, de manera tal, que en este caso, las partes se explican en el todo.

¿Es esto así? O es más bien consecuencia del empeño del lector, en el caso presente del lector que esto escribe, quien al buscar el hilo conductor de los textos, la lógica subyacente, está ya interviniendo en la construcción de la obra. ¿Será la intención que los lectores participen como coautores, no sólo aportando las respuestas personales, sino también proponiendo las preguntas? Pareciera un desafío mediante el cual se le dice al lector que ya tiene las respuestas de antemano y que sólo le falta elaborar las preguntas.

Pero podría pensarse también, que cada escrito o cada capítulo es ya un todo en su individualidad y que el libro no tiene otra intención que recoger diversos textos en uno de carácter general, sin que necesariamente haya que buscar ningún tipo de correlación o complementación. Son ellos, en todo caso, desafíos a la imaginación, la razón y la sensibilidad que Eunice nos propone en su libro en el que ella ve a la filosofía en el laberinto, como era el título original de estos escritos.

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