El toro y él.
Un toro pintado de
sangre,
sembradas
banderillas,
redondel del páramo
espeso,
dos irracionales
frente con frente,
nieves en el crisol
de la tarde,
silbando las
texturas las guadañas,
chelín brillando al
sol en el limbo,
cruces del
crepúsculo final,
acérrimos en la
duela encegadora,
acostará a la
linterna dorada el astado,
o correrán las rejas
el camino trillado,
de las cuerdas
largas por el Manolete,
terca tercias las
masas aceradas,
juego que es fuego y
macabro cobra.
Por José Abraham
Guevara Chamorro.
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