Caminar donde se busca aplacar el hambre,
apretujados encima las chispas, un roce leve
donde explota la frustración retenida, y no hay
espacio para lamentos, liviano descenso,
andar de cerca y despierto,
ver venir y cerrar los ojos,
el tiempo aprieta y es inconcluso,
los dardos del día arrojados al azar,
en un centro de compras y el mar de
un medio día, claustrofobia sin limité,
Caminar hirviendo el lomo,
el asfalto elevando humos,
las sombras quedándose,
caminar para luego caer,
caer y volver a caminar y
de nuevo la claustrofobia.
Abraham Guevara
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